La Venta del Celemín es un lugar especial. Para algunos, es la casa del ermitaño, el mismo que recibió a Don Quijote y Sancho Panza tras la aventura de la cueva de Montesinos, tal y como viene relatado en el capítulo XXIV de la segunda parte de la novela. El inmueble se alquila de forma íntegra (añadiendo o no el estudio) o por habitaciones. La disponibilidad de una u otra opción varía según fecha del año y temporada. La casa ha sido cuidadosamente restaurada para preservar todos aquellos elementos antiguos que afirman su personalidad.